22 enero, 2011


 

El Gobierno de Turno

Puerto Rico, en el que los Partidos pasan de la "Mal administrador " a "Pesimo administrador".Pasan de la relativa tolerancia de sus disidentes a su abierta persecución y silenciamiento. Para que este paso se dé, es indispensable el silencio cómplice de las instituciones y de los adulantes incondicionales, que siempre han existido y de los cuales suele hacerse tanta mofa después, cuando el miedo pasa o cambia de dueño.

Este momento en el que nos confrontamos con nuestro futuro.

Los Puertorriquenos somos espectadores al desmantelamiento de Nuestra Patria por el Gobierno de turno cruzados de brazos, viviendo quizá en esa terrible situación "comemos, aprovechemos y callemos" en la que se consumieron tantas generaciones de Boricuas en la estúpida creencia de que se puede sacar alguna ganancia –material– de la quiebra económica,descalabro institucional y financiero en la que nos sumerjen.

¿Será que esta escrito en nuestra Constitución algo que nos impide apropiarnos de nuestro destino? ¿Será que provenimos de la unión de tres culturas que nos convierte en marionetas o pendejos silentes, conformistas barrigita llena? ¿Será que no nos hemos cresido como nacion?

¿Será que en vedad que Puerto Rico todavía no ha madurado? Nunca, como ahora, tantos puertorriquenos han huido del país. Frente a las adversidades, frente al autoritarismo, para muchos la opción (con comprensible derecho) es el conocido "plan B".

Una de nuestras desgracias es que somos un país de "plan B", que pocas o raras veces ha tenido "plan A", esto es, un modelo, una noción, un proyecto de país sustentado no en la idea de que somos una mina de extracción, una taquilla de cobros, sino una comunidad con destino, con proyectos colectivos que vayan más allá del exclusivo provecho personal. 

 La gran tragedia Boricua es quizá que quien llega al poder, no dudamos que preñado de buenas intenciones que encantan y seducen, como en el pasado, entonces termina reproduciendo el estado de cosas contra el cual insurgió agravándolo.

En Puerto Rico las elecciones más que acabar con las arbitrariedades, terminan siendo simplemente un cambio de arbitrarios, un "quítate tú pa' ponerme yo".

Si el conjunto de leyes que se aprueban en este momento hubiesen sido aprobadas antes, muchas voces que hoy guardan silencio se habrían escandalizado, ?que estan esperando para gritar?

Esto lo que demuestra es que las convicciones eran una excusa para llegar al poder y que una vez en él se pierden. Lo que aturde de este momento es la desnudez de las intenciones .

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